Espaguetis de calabacín

Lava y seca bien los calabacines. Quítales las puntas. Si tienes un espiralizador (una maquinita que corta la verdura en espirales), será muy rápido y fácil. Otra alternativa es cortarlos en tiras finas con la mandolina. Otra opción, quizás la que menos me gusta, pero válida también, es rallar con la parte más gruesa del rallador. Por último, también puedes cortarlos a cuchillo. Primero en láminas finas longitudinales y luego en tiritas finas también de forma longitudinal.

Para evitar que queden muy acuosos, coloca los calabacines cortados en un colador con un poco de sal, y déjalos reposar unos 30 minutos para que suelten parte del agua. Luego de ese tiempo, seca el remanente con un poco de papel del cocina.

La cocción es muy rápida, ya que sólo debes blanquearlos. Personalmente me gusta que queden un poco crocantes. Así que, en una cacerola, pon agua, y una vez que hierva, bajas la temperatura a la mitad y los colocas dentro por unos 2 ó 3 minutos. También puedes hacerlos directamente en una sartén. Añade dos cucharadas de AOVE en la sartén, y los dejas cocinar por 3 minutos, que queden al dente. Sirve inmediatamente.

Para acompañarlos, hay infinidad de opciones. En este caso opté por una salsa rústica de tomates y olivas. Si quieres hacer esta salsa, debes picar la chalota, las cebolletas y el ajo, llevarlos a una sartén con 2 cucharadas de AOVE, y una vez que estén dorados, ¡pero no quemados!, añade los tomates cherry cortados en mitades. Deja cocinar por un par de minutos, agrega las olivas negras cortadas en cuartos, sazona con pimienta y sal y sirve.